Potencia tu creatividad en proyectos de innovación
Es momento de desmitificar a la creatividad. Durante años, hemos tenido la idea equivocada de que un creativo es esa persona iluminada por la infinita sabiduría de la inspiración, bendecida por un talento innato de pensar cosas que otros no piensan.
La verdad, es que, aunque sí existen quienes tienen un talento natural (que además saben aprovechar y mejorar), la posibilidad de pensar creativamente está en cualquier oficio y en cualquier nivel.
Antes de contarte las 10 técnicas que puedes usar para potenciar tu creatividad, es importante que comiences por disponer tu mentalidad para entender a la creatividad como una habilidad más que se puede trabajar con ejercicios simples que puedes incorporar a tu rutina laboral.
Solo derribando esta primera barrera, puedes comenzar a darle un empujón a tu pensamiento creativo para aplicarlo en tus procesos de innovación empresarial, cualquiera que sea tu industria.
¿Qué técnicas para potenciar la creatividad puedo usar?
1. Observa (y cuestiona) el mundo:

El primer paso es mantener una actitud dispuesta a la observación. Así como un niño, debes estar en posición de dejarte sorprender por todo lo que sucede a tu alrededor y de preguntarte hasta por lo más obvio: el qué, el por qué, el para qué.
Esa visión despreocupada, ingenua y hasta primitiva del mundo, es un excelente potenciador de la creatividad, ya que te prepara para comenzar a ver los problemas desde diferentes perspectivas, sin predisposiciones, y para encontrar detonantes creativos en lugares cotidianos.
2. Infórmate y actualízate sobre tu industria:

Este es un deber de todo profesional, y un paso básico hacia un pensamiento creativo con criterio. Organiza listas de lectura diarias en plataformas como Feedly, Medium o incluso LinkedIn, en las que incluyas noticias sobre tu sector.
Mantenerte al día ayuda a que tengas ideas frescas y relevantes, con bases sólidas sobre las cuales soportarse. Además, actualizarte sobre qué pasa en tu industria es la oportunidad perfecta para llenarte de referentes en los que podrás encontrar inspiración para tus propios procesos.
3. Consume contenido por fuera de tu temática:

Una de las mejores definiciones de creatividad es: la capacidad de unir dos elementos que pueden parecer inconexos. Si ya consumes contenido relacionado con tu quehacer, consume activamente, además otro tipo de temáticas que estén por fuera de esa pequeña zona de confort.
Permítete distraerte, pero con un sentido. Mantén tu mente atenta y abierta a posibles conexiones entre lo que ves y lo que sabes; así podrás lograr asociaciones que tal vez no eran las obvias originalmente y recuerda: la “inspiración” puede llegar de cualquier lugar.
4. Lleva una libreta de ideas:

Tener un lugar en donde consignar tus pensamientos e ideas es un ejercicio creativo básico, pero muy efectivo. El solo hecho de escribir, permite exteriorizar lo que está en tu mente y de cierta manera, da un primer orden a lo que sale de ella.
No hay reglas sobre qué tipo de ideas debes escribir, todo sumará. Simplemente anótalas y vuelve a ellas en cualquier momento.
Tip: si te cuesta iniciar esta rutina, puedes ponerte una meta de, por ejemplo, 2 ideas diarias, que podrás incrementar gradualmente. Ponerte un objetivo, por mínimo que sea, va a predisponer a tu mente para encontrar nuevas ideas en cualquier espacio.
5. Organiza tus ideas:

La creatividad no es inspiración únicamente, se trata también de saber poner orden al caos. Una gran habilidad que debes cultivar para mantener una actitud creativa, es saber traducir, en documentos legibles y útiles, tus ideas.
Crea mapas conceptuales, gráficas, listas, etc. que permitan ordenar tus pensamientos. Con este ejercicio, vas a poder tener un excelente insumo para tomar decisiones que además de creativas, sean estratégicas, porque tendrán un orden lógico que puede adaptarse luego a otros procesos dentro de tu organización.
6. Dale valor al azar:

Pero no dejes que lo lógico y lo secuencial sean los únicos principios que guíen tu pensamiento creativo. El azar, lo aleatorio y lo impredecible son también excelentes aliados para dar luz a ideas que estén por fuera del molde y sean disruptivas.
Un ejercicio fácil para iniciar a trabajar en un pensamiento que tienda al azar es la escritura libre: consiste en escribir, así sin más, dejándote llevar por el texto, permitiendo que te lleve a donde quiera ir, sin pensar más allá de la frase que estás escribiendo en el momento.
Tal vez el resultado del ejercicio no sea el próximo Premio Nobel de literatura, pero ayudará a fortalecer tu agilidad mental y tu trabajo creativo.
7. Simplemente camina:

Steve Jobs, una de las grandes mentes creativas de nuestra generación, era famoso por sus reuniones en caminada porque, según él, aumentaba su capacidad de pensar creativamente.
Y no solo lo dijo Steve Jobs. Según la Universidad de Stanford, una persona caminando (en interior o exterior) puede tener hasta el doble de respuestas creativas comparadas con una persona estática.
Movernos activa nuestro cerebro y esta actividad física mínima nos mantiene inquietos, alerta y despiertos, listos para pensar creativamente mientras recibimos estímulos de nuestro entorno.
8. Piensa en equipo:

Ya hemos dicho que la creatividad y la inspiración pueden llegar de cualquier lugar. ¿Y qué mejor lugar que desde la mente de tus compañeros de trabajo? Implementar una metodología de brainstorming es la mejor forma de obtener ideas que potencien tu proceso creativo.
Puedes ayudarte de herramientas virtuales para sesiones de brainstorming a distancia como Miro o Lucidchart, creando tableros colaborativos en vivo que facilitarán tu proceso.
Recuerda: una sesión de brainstorming debe partir siempre de un clima de confianza en el que todas las partes sientan la tranquilidad de exponer sus ideas sin miedo a ser juzgados o de sentirse atacados por los demás. En un principio no existen ideas buenas o malas.
Pero no se trata de tirar ideas al aire con la esperanza de que algo caiga del cielo. Un proceso de brainstorming solo está completo si existe una depuración de ideas luego de su recolección. Una vez más: creatividad es saber poner orden al caos.
9. Limítate:

Por más raro que suene, limitarse favorece la creatividad. La incomodidad es el lugar desde donde pueden nacer las ideas, porque después de todo, ¿quién querrá resolver lo que ya está bien?
Incluso para tareas pequeñas, ponte retos de limitación de tus posibilidades. Piensa en escenarios extremos como: ¿y si tuviera menos presupuesto? o ¿y si tuviera que hacerlo en menos tiempo? Así podrás idear soluciones más simples, volviendo a lo fundamental.
10. Descansa:

Esta es la técnica, en apariencia, más contradictoria para potenciar la creatividad, porque hemos pensado que mientras más duro trabajemos, más productivos seremos. En realidad, esta es una de las más efectivas para mantener en actividad a tu mente.
Desconectar completamente de todos los estímulos del día, por cortos períodos de tiempo, permite reactivar y renovar la actividad cerebral, dejándote fresco para emprender nuevas tareas.
Permítete descansar y recuerda: no se trata de procrastinar. Tomar una siesta durante el día es una excelente pausa activa, por ejemplo; o meditar durante quince minutos. La clave está en encontrar el momento del día en el que puede ser más útil para ti.
Inicia poco a poco, conociendo tu proceso mental y entendiendo cuáles de estas técnicas pueden funcionar más para tu caso.
Incorporar gradualmente estas acciones para potenciar la creatividad a tu rutina diaria, ayudará a obtener mejores resultados con propuestas relevantes y potentes para tus procesos de innovación empresarial.
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